22.1.11

-¿Te puedo pedir una cosa?
-Sí.
-No te acostumbres a mí.
-¿Cómo?
-Que no acostumbres a mí. Ni a mi risa, ni a mi hiperactividad, ni a mi sonrisa en esos momentos, ni a mis besos, ni a mi olor. No te acostumbres a cómo te miro o te dejo de mirar. No te acostumbres a mi cara cuando te reís de mí. No te acostumbres a mi rabia, ni a reírte de las cosas que digo. No te acostumbres... en serio.
-¿Y eso a qué viene?
-A nada... simplemente algún día me voy a cansar, me voy a ir y vos vas a echar de menos esas cosas de las que un día te acostumbraste.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario